Animales de los bosques de la ribera del Río Xuvia

Autor: Francisco Javier Rodríguez Farinas. VII Concurso de fotografía Cidade de Narón. 2º premio

En nuestro caminar por la naturaleza existen algunos animales muy esquivos que será muy difícil ver y que podremos descubrir por sus huellas u otras señales que vayan dejando en medio.

Encontraremos algún cartel del TECOR Societario Narón, que se corresponde con terrenos cinegéticamente ordenados, donde se puede practicar la caza.

En nuestro caminar por la naturaleza existen algunos animales muy esquivos que será muy difícil ver y que podremos descubrir por sus huellas u otras señales que vayan dejando en medio.

Encontraremos algún cartel del TECOR Societario Narón, que se corresponde con terrenos cinegéticamente ordenados, donde se puede practicar la caza.

El jabalí

Este mamífero, que puede llegar a pesar 100 kg, es muy común hoy en día en Galicia como consecuencia del abandono del campo y la desaparición en la zona de depredadores naturales como el lobo.

Aparte de la huella de su pezuña en la lama, podemos encontrar otros rastros o señales muy características de su comportamiento, como las "fozaduras" en el suelo que hace en busca de todo tipo de alimentos, raíces, tubérculos, insectos, vermes, etc., que localiza perfectamente con su fino olfato. También podremos ver sus zonas de baño de lama o sus excrementos. A veces causa estragos en los cultivos donde entra para alimentarse de maíz, patatas...

El corzo

Con aproximadamente 70 cm de altura, le gusta andar a partir del atardecer y al amanecer por los bosques, consumiendo hojas de arbustos, hierba, pequeños frutos... Al poseer un estómago muy pequeño, tiene que comer a intervalos y luego descansar.

Los machos son territoriales, y sus cuernos, de hasta 23 cm de largo, se le caen sobre noviembre y le vuelven a crecer alrededor de febrero. Se aparean en torno a agosto, permaneciendo el embrión en el útero sin desarrollarse y, a partir de enero, comienzan la gestación hasta finales de mayo. Este fenómeno les proporciona un gran éxito reproductor y mayores posibilidades de supervivencia para las dos o tres crías que tienen.

Los corzos emiten uno soy llamado "ladrido", semejante al de los perros, por el cual pueden ser reconocidos.